Cometí errores. Lloré por quién no debía y reí con falsas amistades. Perdoné demasiado. Callé te quieros por miedo y verdades por no hacer daño. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me he dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce. Disfruté de pequeños detalles y aprendí poco a poco en qué consiste la vida. Y el secreto de todo está en no arrepentirse de nada, que de lo bueno se disfruta y de lo malo se aprende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario