Arriesgar

A veces merece la pena arriesgar un poco en la vida;si, ya sé que el cementerio está lleno de valientes y arriesgados pero también se dice que quien no arriesga no gana y que para ser feliz hay que sufrir,al menos un poquito. Personalmente creo que me quedo con las dos últimas frases,puede que siempre me haya gustado arriesgar,aun sabiendo que puedo perder pero,dónde estaría la gracia sino? No quiero hacerme mayor sentada en un sofá viendo cómo mi vida ha pasado delante de mis ojos sin haberme dado siquiera cuenta.

No,si a algo no estoy dispuesta es a arrepentirme el día de mañana de no haber vivido y si ello implica saltar al vacío con un paracaídas de dudoso funcionamiento sólo diré una cosa.....

quiero una foto mientras salto del avión.

Esta filosofía es,ha sido y será responsable de estrepitosas caídas a lo largo de la historia pero nada que el tiempo y un poco de reposo no puedan curar.

Sin embargo, cuál es la cura de los "y si..?" de las oportunidades que se han escapado de tus manos por falta de indecisión, de los momentos perdidos por lo que no te has atrevido a decir, de las horas desperdiciadas junto a la almohada trazando planes que no has intentado cumplir...

Muy a mi pesar,el único remedio que conozco es el de aprender a vivir con la duda,con el "y si..?",con el miedo ante la posibilidad de haber dejado escapar aquello que más te ha importado, con la certeza de haber dejado escapar esa única oportunidad...

Así que si después de todo esto quieres quedarte con una única frase que resuma toda esta basura fruto de noches sin dormir y del calor agobiante que deja pensar menos de lo habitual,ahí va;

No soy una perdedora,no voy a rendirme;no he corrido 40 kilometros de maratón para quedarme parada a tres metros de la línea de meta.